La ciudad de Praga, pese a haber sido castigada por todas las guerras que han sucedido en Europa Central, sigue conservando su característico casco histórico medieval. ¿Cómo es posible encontrar un edificio deconstructivista en el centro de la capital checa?
La historia de la Casa Danzante (Tančící dům en checo) nace el 14 de febrero de 1945, al final de la II Guerra Mundial, cuando las fuerzas aéreas estadounidenses bombardean la capital checa causando 701 muertos, más de mil heridos y daños estructurales a casi 200 edificios. Uno de estos edificios dañados por el bombardeo estaba situado en el barrio de Nové Město (Ciudad Nueva), a orillas del río Moldava, y se mantuvo en ese estado ruinoso hasta la década de 1990, cuando finalmente se decide construir el edificio conocido actualmente como la Casa Danzante.
El diseño, de estilo deconstructivista, fue una colaboración entre Vlado Milunić y Frank Gehry, presentado en 1992 y finalizado en 1996. Desde su aparición no estuvo exento de polémica, pues contrastaba con el estilo praguense. Así pues, la Casa Danzante se encuentra en el medio de un vecindario que destaca por sus edificios barrocos y modernistas de los siglos XVIII, XIX e inicios del XX, que nada tienen que ver con el estilo que plasmaron Milunić y Gehry. De hecho, hubo grandes protestas para evitar que la construcción se llevase a cabo y sólo el apoyo del antiguo Presidente de la República Checa Vaclav Havel, que había sido vecino del barrio, consiguió que este proyecto viese la luz.
Su peculiar diseño intenta emular a una pareja de bailarines, de ahí que el primer nombre que se barajó fuese Fred y Ginger, por Fred Astaire y Ginger Rogers, aunque no caló en la sociedad checa. Finalmente, el nombre que ha quedado para la posteridad es el de La Casa Danzante.
Estructura de la casa danzante y dónde poder observarla.
Su estructura tiene dos partes principales: en la primera destaca la torre de cristal que se hace más estrecha en la mitad, simulando así la cintura humana; y la segunda es la parte que corre paralela al río Moldava, con sus ventanas onduladas y no alineadas. Corona el edificio, a modo de sombrero, una estructura retorcida de metal que los checos han acertado en llamar “Medusa”.
Aunque en un principio la idea era convertir este edificio en un centro cultural de referencia en la capital checa, su finalidad no ha sido la esperada. Hoy en día podemos encontrar en la terraza de la Casa Danzante un restaurante francés con unas vistas preciosas de la ciudad de Praga y del río Moldava, y el resto de estancias están en alquiler para ser ocupadas por diferentes empresas que quieran tener sus oficinas en tan espectacular emplazamiento.
En nuestro tour Ciudad Nueva de Praga se puede ver el exterior de este edificio que despierta interés y debate desde hace ya varias décadas.
Deja un comentario